Ella

Ella... Un sinónimo de algo prohibido. Algo que puede desearse, pero jamás será tocado. Ella, la única persona en la que se me ocurre pensar,¿en qué más pensar?, con un par de hojas enfrente una pluma y un hermoso escritorio caoba.. el cual me esperaba que pudiese escribir algo sobre él. Era un hermoso día, lluvioso y con nubes grises,paraíso. No para muchos, pero al menos así lo era para mi. En la mente de un hombre como yo: sensible y débil, se encontraba ella. Solo que ella no quería estar allí. Si supiera lo hermoso que estar ahí adentro, en mi cabeza, en mi corazón, tal vez me dejaría entrar en el suyo. Ella es hermosa, decidida y realista... lo que más me atraía era que decía las cosas como son, claras... a mis ojos, ella era única. No por ser más linda que el resto, más curvosa, o por carecer de esos aspectos. Yo solo quería entenderla, así podría hablar con su misma seguridad, y talvez podría llegar a ser la gran persona que yo creo que es ella. Quería entenderla porque nadie lo hacia, nadie quería. ¿Por qué alguien queria saber todo lo que sabía ella?


Tome asiento, preparé el café de todos los días y me puse a escribir.

''Hoy, 14 de febrero, quisiera escribirle esta carta que nunca será enviada, a la mujer que considero la segunda parte de mí, quisiera anotar aquí que la amo, que soy un ingenio enamorado de alguien que no puede hacer lo mismo y que si supieras lo hermoso que es estar en mi corazón todo el día, tal vez no quisieras salir de ahí, que esta tinta de lapicero negro, no me basta para expresarme, tal vez solo sean 5 o 6 líneas pero en mi mente hay una historia que quisiera que leas... Feliz día doncella''

Así pasaron los días. Sin salir de casa y escribiéndote mientras sabía que jamás leerías.